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DE PARÍS A LLIÇÀ DE MUNT (BARCELONA) EN VESPINO
24 H. DE CICLOMOTRES DE LA VALL DEL TENES
Septiembre 1981
En la tercera edición de la "cursa",
la "colla pa amb tomaquet", organizadores de la
misma ya idearon la salida simultánea de un ciclomotor desde París, bajo la mismísima torre
Eiffel a la misma hora del inicio de la competición. Los pilotos fueron Toni Riba, Jordi Pedrerol y Carles
Torras. Según la crónica, llegaron media hora después de la
llegada. El Vespino, un NLT3 NXA, cedido por Sastre,
funcionó perfecto. "gasolina cada 2 horas y nada mas".
Recorte la la revista SOLO MOTO nº 301 de septiembre de 1981
Transcripción
del artículo publicado por Agustín Riviere en
la revista Solo Moto
VEINITIDÓS HORAS INITERRUMPIDAS
EN UN VESPINO DE SERIE, Y UN TOTAL DE 1050Km RECORRIDOS.
Nunca he dudado de la afición de nuestro país
por la motocicleta. Es, desde luego, el gran motor de nuestro
motociclismo, porque sin estos grandes aficionados que, semana
tras semana, año tras año, celebran y organizan
eventos o carreras de motos, no exsistiría el motociclismo
en España. Cada día son más frecuentes
las gestas realizadas por aficionados a la motocicleta. Recuerdo
especialmente aquel viaje a cabo Norte en un Vespa 125 y una
vieja Júnior. Ya en otro nivel - pero sin desmerecer
a la anterior - tenemos a la reciente operación llevada
a cabo por el Tricontinental Moto 80. O el récord de
Gardoquí y Ojea en el Calafat.
Pero el motivo de estas líneas no es otro que el de
reflejar y dejar constancia de una "locura" llevada
a cabo por unos auténticos aficionados a todo lo que
sean dos ruedas y un motor.
Coincidiendo con la tercera edición de las veinticuatro
horas de resistencia de ciclomotores de LLissa de Munt, la
colla del pa amb tomaquet quiso realizar la prueba
haciendo coincidir el final de las veinticuatro horas, con
la llegada de la Vespino de París.
A las siete de la tarde del pasado día 5 de este mes,
daban comienzo las veinticuatro horas de ciclomotores; y al
mismo tiempo partía de la torre Eiffel de la capital
francesa tres pilotos y la expedición organizada de
este "locura" en Vespino.
El trío de pilotos (al igual que en las veinticuatro
horas, en donde los equipos también están formados
por tres pilotos, que se turnaban), estaba formado por Toni
de la Riba (el vencedor de la Copa Crono), Jordi
Pedrerol y Carles Torras. Ellos fueron los auténticos
protagonistas de esta operación. Pero no hay que olvidar
a todo un equipo formado por un total de catorce personas
entre mecánicos, managers y efectivos de la prensa
local del Vallés.
La expedición al completo estaba formada, en primer
lugar, por un nuevo Ford Capri, que era el coche guía
que abría la expedición. A continuación
circulaba el Vespino, pilotado sin cesar por uno de los tres
pilotos, y tras él iba el 127 con remolque en donde
viajaban los mecánicos, capitaneados por Josep LLuis
Retes. Tras ellos el "motor home" o casa vivienda
en donde hacían las comidas y los pilotos aprovechaban
para descansar mientras no tenían que pilotar.
Las veinticuatro horas finalizaron a las siete de la tarde
del domingo 6 de septiembre, y media hora después,
el cuerpo de la expedición hacía su presencia
en el circuito. El recibimiento fue impresionante. En primer
lugar entraron varios vehículos de la Guardia Civil
presidiendo la caravana, para, a continuación ir llegando
la expedición.
El público se apiñó alrededor del trío
de pilotos, y todo eran aplausos y felicitaciones. La expedición
había sido un éxito y la "locura"
acabó felizmente.
Tuvimos ocasión de charlar unos minutos con los pilotos
que nos comentaron algunas cosillas de esta increíble
aventura.
Jordi Pedrerol, cuéntanos qué impresión
tienes ahora que ya todo ha terminado
Increíble; ¡ha sido sensacional! ¡Volvería
a repetirlo mañana mismo!
Y este era el estado de ánimo de los tres jinetes de
la Vespino. La verdad es que disfrutaron muchísimo,
a pesar del intenso frio que pasó Toni de Riba en plena
madrugada por las comarcales del centro de Francia.
Toni de Riba: "hubo momentos en que tuve verdadero frío,
incluso se me congelaban los cierres del casco. Era casi insoportable".
Toni, cuéntanos alguna anécdota divertida
de estas veintidós horas que habéis pasado sobre
la Vespino
Bueno, en realidad lo más divertido, quizá,
fué el discurso, la mar de simpático, que nos
dedicó el alcalde del barrio de Montmartre, en París.
Tuvimos una bella despedida en París.
Y ¿Cómo se ha comportado el Vespino?
Fenomenal, absolutamente ningún problema. Nos limitábamos
a echar gasolina cada dos horas y nada más. Fue perfecto.
¿Y qué presupuesto aproximadamente ha costado
la expedición?
Bien, en realidad tenemos todavía que hacer números,
pero calculamos que alrededor de las cien mil pesetas.
Toni de Riba, Jordi Pedrerol y Carles Torras fueron los tres
protagonistas de esta aventura, sin olvidar a todo el equipo
que les asesoró a lo largo del viaje. Para ellos un
aplauso y unas sinceras felicitaciones desde estas líneas.
Y sobre todo nos gustaría que estas "locuras"
tan divertidas sirvieran par crear "escuela" y aumentar
la afición de nuestro país por nuestro querido
deporte.
Agustín Riviere
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