Forjada en la mente de
Valentín Salvador, la Vuelta a España 2008 (VEV), representa
un ambicioso proyecto complementario a la 1ª Reunión de
Vespinos celebrado ese mismo año en La Vall de Almonacid
(Castellón). Como colofón a la misma, una Vespino, la "Bella
Durmiente", propiedad del mismo Valentín, partiría de la
localidad al concluir la citada reunión.
Su misión era completar un recorrido sin pausa que pasaba
por todas y cada una de las capitales peninsulares. Ello
representaba un kilometraje total cercano a los 7.000 Km. durante unos 11
días con sus respectivas noches. La conducción la
efectuarían diferentes relevistas (al final unos 50 en
total) con el apoyo de una furgoneta que debería seguirles
en todo momento.