ENTREVISTA
A ERNESTO PALMIERI (1ª parte)
Por
Valentín Salvador
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Lamada telefónica a Ernesto Palmieri
el viernes 31 de agosto de 2007, por la tarde:
Hola, buenas tardes
Buenas tardes
¿Es usted el Sr. Palmieri?
Si
Verá, mi nombre es Valentín Salvador,
le llamo desde Vall de Almonacid, al otro lado de la sierra.
Resulta que me han informado de que usted ha hecho algunos
viajes muy largos en moto. ¿es eso cierto?
Si, eso es verdad, yo he viajado mucho en moto.
Pues mire, yo acabo de venir hace pocos días
de un viaje en Vespino. He ido desde aquí, de mi pueblo,
a París y he vuelto.
Claro, eso es fácil
Señor Palmieri, fácil no es, es posible hacerlo,
pero fácil, con un Vespino de más de 30 años…
Eso no tiene ninguna dificultad, se puede hacer
Y dígame, ¿Qué viajes ha hecho
usted?
He hecho varios, he estado dos veces en Cabo Norte, 14.000
kilómetros entre la ida y la vuelta, y una tercera
que no pude llegar.
¿con qué motos fue?
En el año 1982 estuve con una Vale
¿Vale?, eso es una Vespino
Si, es una Vespino que me regaló la fábrica
de Madrid para hacer el viaje. Luego hice otro viaje en una
Lambreta que me regalaron en la fábrica de Eibar, con
esa hice el mismo viaje pero antes bajé hasta Marruecos.
El tercero lo hice con una Vespa, pero no pude llegar. Todas
las motos las tengo en mi casa, las puedes ver cuando quieras.
Oiga, todo esto me parece muy interesante. ¿A
usted le viene bien que le haga una visita?. En mi Vespino
en un rato estoy ahí.
Por mi parte no hay ningún problema, ahora estoy en
Castellón, pero a partir de las 10 de la mañana
estaré en mi casa en el pueblo, puedes venir cuando
quieras.
Mañana del sábado 1 de
Septiembre, el día es estupendo para montar en la Vespino.
La pongo en marcha y me encamino hacia el corazón de
la Sierra Espadán, es el camino más corto para
llegar a Eslida, que es donde tiene su casa Ernesto Palmieri.
En una hora llego al destino después de disfrutar de
bonitos paisajes que en las laderas del Pico Espadán
y La Rápita atraviesan los pequeños municipios
de Algimia de Almonacid, Alcudia de Veo y Aín. Al llegar
a Eslida pregunto a unas personas por el domicilio del señor
Palmieri. Con las indicaciones que me dieron ascendímos,
la GL y yo, una fuerte pendiente que en nada desmerece las
rampas que en el viaje a París tuvimos que superar
para coronar el Port D’Envalira; pensé que ese
era un buen campo de pruebas para motos. Al coronar la cuesta
se gira a la derecha e inmediatamente se llega a la verja
de la casa de Palmieri. Está situada en una posición
envidiable, a buena distancia del casco urbano. Desde su enorme
terraza se domina todo el valle, el pueblo queda a sus pies.
No cabe duda, vive aquí un activo motero, no hay más
que ver las motos y chasis pelados que hay en los alrededores
de la casa… restos de una vespa, un chasis de Impala,
varios ciclomotores, algo de una Lambretta…¡¡jolines
esto parece un cementerio de elefantes..!!.
Llamé y apareció
la figura del señor Ernesto Palmieri por un lateral
de la casa. No le había visto nunca hasta ese día,
mi único contacto con él fue la llamada telefónica
del día anterior. Pude apreciar que, como poco después
me confirmó él mismo, estaba todavía
convaleciente de una enfermedad que le tuvo hospitalizado
unos días atrás. No obstante lucía una
agradable sonrisa y la mirada de quien tiene muchas cosas
que contar; me ofreció su mano que estreché
con gusto.
Buenos días, soy Valentín Salvador, le llamé
ayer por la tarde ¿recuerda?
Claro, le estaba esperando, pase, pase y le enseñaré
lo que tengo en el taller...
(Descendimos la rampa que da acceso a los bajos de la casa
donde está el taller. )
Siento que todo esté tan desordenado
y sucio, pero he tenido unos problemas de salud que me han
tenido hospitalizado. Tendré que arreglar esto un poco.
Mire señor Palmieri, llevo aquí una
grabadora, ¿tiene inconveniente en que grabe nuestra
conversación? No me gustaría olvidar ningún
detalle.
No hay problema, puede grabar lo que quiera.
¿Usted era mecánico?
No, yo tenía un taller de chapa y pintura, y era coleccionista
de motos, de socooters. Entonces…
(Abrimos la puerta del taller y
me quedo sorprendido de lo que veo allí… comento…)
Aquí hay mucho…
Es poco, he vendido mucho. Este taller estaba lleno de scooters.
Tengo la primera Lambretta que es aquella de allá,
la primera que se fabricó. Este segundo modelo es del
año 47-48. Después tengo el Runni… hay
varios. Aquí hay varios
Eso es una Ossa de competición, ¿no?
Si, la estoy haciendo…
(entramos en materia
rápidamente retomando la conversación telefónica
del día anterior, no hizo falta que le volviese a preguntar)
…entonces yo escribí a la casa
Vespa, porque corría en Vespa en Italia, si me daban
un Vespino para ir a Cabo Norte. Entonces me dijeron…
si, si, vienes y coges lo que quieras.
¿Pero lo pidió usted a Italia?
No, lo pedí aquí, aquí en Madrid. Es
donde estaba la fábrica; ahora no existe…
Una lástima, se cerró ya
(Ernesto quita
una manta a una moto que tiene en un rincón…)
Esta es una Vespa, es la “Bajai”de
la India, nueva, tiene 3 kilómetros…
Si no le importa voy haciendo también fotografías.
Si, si
(Le explico al
Señor Palmieri que me han hablado de él en diversas
fuentes, pero no me supieron explicar a ciencia cierta lo
que hacía ahora y los viajes que había hecho.
Entonces él continúa explicándome…)
Yo ahora soy representante de Lambretta,
de Lambretta Italia. Tengo todos los recambios que están
aquí.
(Le comento que
en nuestra web tenemos un enlace a la web de Lambreta. Sigo
mirando por el taller y veo otra moto desconocida para mí…)
¿Esto es una Ducati…?
Esta es la primera moto que hizo Ducati con chasis “Cantilever”.
Entonces, en el año 47… Esto es todo recambio
de Lambretta.
(Seguimos avanzando
por el taller, al fondo sobre una tarima hecha a propósito
aparece la “dama de blanco”, es la Vespino Vale)
¡¡Ah…, ahí
tiene la VALE…!!, eso es un pedestal, la tiene bien
puesta…
Esto es tal como llegó aquí (año 82).
¿tal como llegó aquí?. De manera
que usted le puso un depósito suplementario…
Le hice un depósito, que cuando terminaba los dos depósitos,
éste y el suyo eran 500 kilómetros.
O sea que ese depósito tendrá la misma
capacidad de lo que yo llevaba como complemento, entre 7 y
8 litros más. Y ¿qué me puede contar
del viaje?, ¿cómo se le ocurrió esto
de ir al Cabo Norte?
Tengo un amigo en Italia que le gustaba también la
moto. Vive aún pero está peor que yo. Le digo:
tú lo has hecho pero con un 48, con un Alpino (una
marca italiana). Me dijo que si lo había hecho pero
había sufrido mucho… a lo que le contesté
“tu no has sufrido nada”, porque yo con esto he
ido, he vuelto y puedo ir otra vez.
¿No tenía usted problemas en el culo,
de cansancio?
No... (puso la mano sobre el asiento monoplaza de la VALE,
ese era el secreto)
¿qué pesaba usted en el momento del
viaje?
80 Kilogramos
Yo pensaba que sería mucho más delgado,
estaba convencido que mi problema era el peso, porque yo peso
casi 90 kilogramos
No, el problema era el dormir de noche. Yo dormía en
tienda de campaña, además camping entonces no
había.
¿entonces tenía que dormir en el primer
sitio que encontraba más o menos fiable?
En París, por ejemplo, dormí dentro del parque
de Boulogne…
¿En el parque de Boulogne?. ¿Usted sabe
que ahora allí existe un camping muy grande?
¿Ahora hay un camping?, pues entonces no lo había,
y las carreteras eran de piedra.
¿Cuánto tiempo le costó hacer
el viaje?
Unos 28 días. Lo tengo todo anotado.
¿Desde donde partió?
Desde Castellón. Luego con la Lambretta también
hice otro viaje, pero antes recorrí todo Marruecos.
¿Marruecos?...uf… eso es más arriesgado.
Yo estuve hace unos años y la cosa es más difícil
allí.
Después lo hice con la Vespa. Lo hice con el señor
Borja, que es de Valencia, él es periodista (Arturo
Borja de la revista “Motos de Ayer”), yo lo hice
con la Vespa y él vino con una Impala. Pero la Vespa
no llegó. Llegó a Copenhague.
¿Qué problema tuvo la Vespa?
Pistón…, si, pistón.
¿Sin embargo la Lambretta no tuvo ningún problema?
Nada, con la Lambretta hice 20.000 kilómetros
Es lo que dice aquí: “20.000 kilómetros
de África a Cabo Norte”. ¿Pero eso lo
hizo en dos viajes o en uno mismo?
No, en un viaje solo
¿Entonces cuál fue el recorrido?
Con la Lambretta hice el recorrido de Castellón a Marruecos,
a Marrakech. Luego pasé por Ceuta. Después estuve
arriba, en Cabo Norte, en el mismo viaje. En casa tengo las
fotos del recorrido.
¿Y todas estas fotos de aquí son de
cuando usted competía?
Si, de cuando corría en moto. Esta foto es con la primera
Vespa “Diese” que vino a España, la “Gran
Sport”, es muy antigua.

¿Qué cilindrada tenía esa moto?
150
¿este es Ricardo Tormo?
Si, es Tormo. Arriba tienes la foto de cuando me dieron la
medalla de oro, de cuando gané un todo-terreno con
Vespa. Entonces hicieron tres todo-terreno y los tres los
gané yo.
¿dónde fue eso?
En Italia. Allí es donde me regalaron la Vespa.
¿cuánto tiempo lleva viviendo en España?
Llevo 40 años
¿usted conoció a dos chicos,.. bueno,
chicos entonces, en el año sesenta y tantos, que dieron
la vuelta al mundo en una Vespa?
Si, claro. Y también conocí a un lambretista
que dio la vuelta al mundo. Ese se marchó solo y vino
con dos chicas… pero éste tardó dos años
en dar la vuelta al mundo.
¿Las dos chicas no se las traería en
la Lambretta…?
Claro que no, eran dos hermanas que vinieron también
con dos Lambrettas. Se llama Chedere Matallini, es de
Bolonia (Italia). Su Lambretta está en el museo de
la moto en Milán.
La Vespa con la que dieron la Vuelta al mundo también
está en un museo en Italia. Pero éstos dieron
la vuelta al mundo en 79 días. Vuelta al mundo completa,
con enlaces de avión y todo.
Yo solo he hecho viajes por tierra, algún trayecto
por mar pero nada más. Ahora en Dinamarca hay un puente
para pasar a Suecia.
Yo he estado calculando los días que me costaría
llegar a Cabo Norte, entonces con la experiencia de mi viaje
a París de este verano pensaba que no era conveniente
hacer etapas tan largas porque se va acumulando el cansancio.
Creo que con 400 kilómetros en cada etapa estaría
bien, 500 me parecía mucho.
400 es perfecto
Yo creo que sí
Yo tenía una técnica. Por ejemplo, yo llegaba
a París. No me ponía dentro de París,
me ponía a la salida para no perder tiempo por la mañana.
Siempre me ponía así.
Si claro, pero de ese modo no se hace un viaje turístico,
se ven muchas cosas bonitas, es muy agradable pero no puedes
hacer una vista a las ciudades, en todo caso fotografías
sobre la marcha
Yo iba al ayuntamiento y daba una medalla de Castellón,
en cada ciudad importante por la que pasaba hacía una
visita a su ayuntamiento y entregaba una medalla. Eso nunca
lo hacía a la salida, siempre lo hacía a la
llegada.
Siempre tenía dos o tres horas de tiempo libres que
aprovechaba para ir al ayuntamiento.
En el Cabo Norte, dentro de la cueva, en donde está
la piedra, el Cabo Norte que es una piedra negra. Dentro está
un trofeo que me habían dado, aquí en Castellón,
en la Federación. Está allí dentro, en
el muro. Porque la segunda vez, cuando fui con la Lambretta…,
estaba.
¿Es posible que aún esté?
Si
¿La idea le surgió a usted?, me ha hablado
del amigo que tenía en Italia. ¿pero usted pidió
ayuda económica; quién le ayudó?
La Vespa me regaló el VALE. Me fui a por él
y ya está…”toma, tuyo”.
¿era totalmente nuevo?,¿no le hicieron
ningún tipo de preparación?
Le pusieron un cilindro de aluminio y tenía uno de
recambio de aluminio. Cilindro y pistón, nada más.
Lo único que tuve fue un golpe en la rueda trasera
y cambié una cubierta por desgaste.
¿tuvo algún problema con el variador
o con el embrague?
Con nada, ni con la correa ni con nada. Iba perfectamente.
¿la mezcla la hacía usted mismo?
Si, la hacía yo. Le ponía un 1% más
¿y las bijías?
¿bujías?, bujías cambié dos o
tres nada más. Pero es que se gastaban… pero
esto es un fenómeno.
Pues mire, yo he hecho este verano Vall de Almonacid-París,
ida y vuelta en 6 días. Pero claro, yo tengo ahora
48 años. Uno no es joven, ni está delgado, con
lo cual… pero mire, el problema que he tenido ha sido
la comodidad encima de la moto, sobre todo el culo…
Ernesto Palmieri se acerca a la
VALE y le da una palmada al sillín…
¡¡Esto, esto!!
Pues mire, yo el asiento monoplaza lo descarté,
pensé que sería más incómodo.
Al final me llevé el estrechito, no es el original
pero es muy estrechito.
Es que donde te hace daño es aquí (señalando
la zona que me martirizó a mí), claro.
¿Entonces usted no tuvo los mismos problemas que yo?
Nada, nada. Sin embargo con el otro Vespino, cuando estuve
en Moscú en el año 90 si que tuve problemas
de estos. Ese era el modelo GL.
El mío es un GL, con asiento corrido…
pues mire, de eso tomo nota porque el dolor de trasero ha
sido lo peor. El aburrimiento no, el cansancio tampoco, lo
llevaba bien, pero el culo ha sido terrible.
Cuando estuve en las olimpiadas del 90 en Moscú me
esperaba el presidente del COI, Javier Samaranch. Tenía
una placa de Castellón para dársela a él,
pero no me dejaron llegar a Moscú porque el Vespino
no estaba inscrito en el pasaporte. Entonces, claro... Y también
tuve un percance con la Lambretta cuando pasaba a la Alemania
del Este. El control era muy riguroso. Tuve que dejar el pasaporte
en la cinta transportadora, todo lo que tenía y después
de dos horas y media me vino el cuño.
¿qué itinerario siguió hasta
Cabo Norte?
Salí de Castellón y fui a Italia
¿A Italia, usted fue a Italia?
Si. Hasta Milán, luego a Yugoslavia donde tenían
las metralletas. Después subí a Alemania, hasta
Hannover. Luego a Estocolmo, seguí hacia arriba por
esta parte, por Finlandia y luego Noruega, porque Cabo Norte
es una Isla (ahora hay un túnel). Embarqué para
la isla, después una hora y subí arriba.
Con la Lambretta fui a Italia y luego subí arriba,
hice la vuelta a Europa totalmente. Pero la parte de Noruega
es mucho más bonita, los fiordos de Noruega son muy
bonitos.
¿Con los ferrys no tuvo problemas, no le entretuvieron
el viaje?
No, al revés, cerca de Alemania tengo un amigo que
me advirtió que cuando subiera a los barcos, a los
ferrys, que subiera arriba, al bar, porque te dan la comida
mucho más barata y es mucho más bonito. Te subías
allí y en una hora estabas en la otra parte, y barato.
Barato todo. En el barco comprabas cigarrettes, bebida y todo.
Tengo todavía los billetes.
Después, con la Vespa, que no llegué, pero mi
amigo con la Impala sí, me dijo que en la Isla hacen
pagar.
Si, la cosa ha cambiado, ahora todo aquello es muy
caro, se puede decir que el doble que aquí… Pero
claro, después de haber recorrido toda Europa y llegar
allí, por muy caro que sea…
El viaje en la Lambretta me lo financió Todagrés,
la empresa de azulejos. Me dio 400.000 pesetas. Para el Vespino
la Diputación me dio medallas y el resto del dinero
lo saqué de aquí y allá, no tuve problema
para conseguirlo. Los gastos los calculaba pues eso, unos
10 litros de gasolina al día y dormir. La comida igual
que aquí.
¿Usted habla inglés?
No
¿no tuvo problemas con el idioma?
No, ningún problema. Yo hablaba español y por
la parte de arriba, por la península escandinava hay
mucha gente que habla español. En Hungría todo
el mundo habla español.
¿y no tuvo problemas de sentirse inseguro,
miedo a que le hiciesen algo, le robaran…?
Si, por la noche. Yo por la noche tenía una cadenita
que me ataba al pié y a la moto por miedo a que me
robasen mientras dormía. Es que dormía en el
campo. Pero no pasó nada. Tenía miedo, pero
sobre todo en los países de Europa de aquí abajo.
En Escandinavia no tuve problemas. Dormí también
con un lapón que me ofreció a su mujer…
pero…
¡¡Ah, eso está muy bien…!!
Palmieri hizo un par de gestos que no me dejaron lugar
a dudas
Entiendo…, era bajita y gordita. Entonces no
me extraña que se la ofreciese.
Pero le fotografié y me pidió 2.000 pesetas…
me daba a la mujer pero me pedía dinero por la fotografía.
Hay muchas más anécdotas que tengo anotadas.
Veo que las fotografías que tiene aquí
son todas del viaje con la Lambreta.
Si, las del Vespino las tengo en casa, en un libro.

¿La fábrica donde se fabricaban los Vespinos
tuvo algún detalle con usted?
Si, claro, me invitó. Antes de nada la fábrica
me envió el Vespino, después cuando ya estaba
aquí a través de Ángel Matéo López,
que tenía la representación en Castellón,
me invitaron a visitar la fábrica en Madrid. En fábrica
me enseñaron como lo hacían todo.
El encargado de la fábrica, que no recuerdo cómo
se llamaba…, bueno, ahora ya están todos jubilados.
La fábrica ya no existe.
No, ya no existe, una lástima. Pues como te decía
ese señor me dio este cilindro, si gripa, me dijo,
le pones cilindro y pistón, nada más.
Pero fue con ese con el se hizo el viaje.
El cilindro y pistón ya estaban puestos en la moto,
éstos eran de repuesto. Pero no tuve ningún
problema.
En la fábrica de Lambetta mejor todavía. Estuve
en Eibar, me regalaron la Lambretta que la tengo ahí
atrás. Era una 200. Me dieron dinero, 100.000 pesetas.
Luego esa moto la presté para el Stand de la feria
del automóvil de Barcelona y me hicieron este cartel
que ves aquí, todo eso lo hicieron ellos.
(Señalando
la Vale, que parecía lista para salir de viaje inmediatamente,
le pregunté algunas cosas que veía en ella)
¿la maleta ésta también
la llevaba en el viaje?
Si, y la tienda de campaña también la llevaba,
justo debajo de la maleta. Ahí llevaba comida y más
cosas.

¿no tuvo problemas con el peso? Fíjese
que yo llevaba un amortiguador suplementario que posiblemente
provocó que rompiera el eje de la rueda trasera.
No, yo no tuve problemas con la moto, tampoco con el peso.
Tal como me la dieron de fábrica así la llevé.
Únicamente le hice el depósito suplementario,
nada más.
¿qué velocidad calcula usted que llevaba?
45, a veces 50. También hice otro viaje con este Vespino.
Fui de aquí a Santiago de Compostela y volví.
Tengo el trofeo que me regalarol. Era el jubiléo. ¿Por
qué?, pues porque un ciclomotor ir y volver a Santiago
de Compostela es bastante.
Entonces, ¿cuántos kilómetros
tiene la moto ahora?
Debe tener unos 30.000 kilómetros ahora.
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